Estados Unidos amanece en dos extremos climáticos: mientras la costa este enfrenta una tormenta invernal severa con temperaturas polares y acumulaciones de nieve históricas, la costa oeste lidia con devastadores incendios urbanos en el área de Los Ángeles, California.
Costa Este: Nevada Polar
Una tormenta invernal ha cubierto estados desde Carolina del Norte hasta la frontera con Canadá. Ciudades como Nueva York, Filadelfia y Boston están bajo nieve con acumulaciones de hasta 10 pulgadas y temperaturas que oscilan entre -14 y -20 grados Celsius. Los servicios de emergencia reportan cortes masivos de energía eléctrica, carreteras intransitables y al menos cinco muertes relacionadas con el frío extremo.
Los residentes han sido testigos de escenas caóticas: accidentes automovilísticos, largas filas en supermercados y aeropuertos paralizados. A pesar de esto, algunos ciudadanos celebran la nieve, que para muchos es una tradición invernal.
Costa Oeste: Incendios en Los Ángeles
Mientras tanto, Los Ángeles sufre incendios que han alcanzado áreas urbanas como el Valle de San Fernando y Sunset Boulevard, afectando residencias de alto valor y zonas comerciales emblemáticas. Más de 50,000 personas han sido evacuadas, y los bomberos enfrentan dificultades debido a la escasez de agua.
La situación ha dejado cinco muertos, incluyendo víctimas de una explosión en una estación de combustible, y decenas de desaparecidos. El denso humo negro ha cubierto gran parte de la ciudad, dificultando las operaciones en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles y agravando la calidad del aire.
Impacto Político y Social
La crisis ha desatado tensiones políticas, con el expresidente Donald Trump criticando al gobernador de California, Gavin Newsom, por la gestión de los recursos hídricos. En contraste, líderes locales han hecho un llamado a la unidad para enfrentar esta emergencia climática sin precedentes.
Contrastes Extremos
Estados Unidos refleja hoy un panorama dramático: el frío paralizante del este contrasta con el calor abrasador del oeste. Estos fenómenos, aunque no nuevos, ocurren en intensidades inusuales, poniendo a prueba la resiliencia de la nación ante los retos climáticos.
Los expertos advierten que estos extremos podrían volverse más frecuentes debido al cambio climático, instando a redoblar esfuerzos en mitigación y preparación.