Cada siete décadas, el Cometa Diablo, se aproxima a la tierra, iluminando los cielos como uno de los objetos celestes más deslumbrantes.
Su apodo se debe a la forma que adopta, al caer en picada, ya que su copa parece tener la forma de dos cuernos.
En el año 2024, este coloso de 30 kilómetros de diámetro regresará de su viaje espacial, lo que podría presentar la última oportunidad para que la generación contemporánea lo observe, puesto que su próxima visita está programada para el lejano 2095.
Según los astrónomos, este cometa es tres veces más grande que el monte Everest, con una altitud cercana a los 9 kilómetros, queda opacado por el cometa.
Además, este cometa en ocasiones excepcionales, cuando supera, su límite de absorción de radiación, se fractura y emite gas congelado, creando nubes gaseosas.