Este martes, la policía suiza informó sobre la detención de varias personas en relación con el uso de una cápsula de “asistencia al suicidio”, conocida como Sarco, un dispositivo que permite a una persona acabar con su vida sin la intervención de un médico. Este acontecimiento ha generado gran controversia en Suiza, donde el suicidio asistido es legal, pero bajo estricta supervisión médica.

La cápsula Sarco, que se asemeja a un sarcófago, funciona mediante la liberación de nitrógeno, provocando que la persona pierda el conocimiento tras unas pocas respiraciones y fallezca en cuestión de minutos. Antes de activar el mecanismo, la persona debe responder a una serie de preguntas para confirmar que comprende su decisión.

La fiscalía del cantón de Schaffhausen fue alertada el lunes por un bufete de abogados sobre un suicidio asistido que se había realizado utilizando este dispositivo. En respuesta, la fiscalía abrió un proceso penal contra varias personas por incitación y asistencia al suicidio, lo que resultó en la detención de varios involucrados.

Este es el primer caso en Suiza en el que se utiliza la cápsula Sarco, según reportes de los medios locales. El dispositivo fue confiscado por la policía, y el cuerpo de la persona fallecida fue trasladado para la realización de una autopsia.

El uso de la cápsula Sarco, presentada por sus promotores en julio, causó una gran conmoción en Suiza. Aunque el país permite el suicidio asistido, este debe llevarse a cabo bajo la supervisión de un médico, lo que ha suscitado preguntas sobre la legalidad y las implicaciones éticas de este nuevo método. Las autoridades suizas continúan investigando el caso.