Un tribunal japonés condenó este martes a pena de muerte al joven que asesinó y descuartizó a nueve personas en 2017 en su piso al sur de Tokio, a donde las atrajo después de que las víctimas manifestaran pensamientos suicidas en redes sociales.
El autor confeso de las muertes, Takahiro Shiraishi, de 30 años, fue declarado culpable hoy por la Sección de Tachikawa del Tribunal de Distrito de Tokio de robar, asesinar, desmembrar y almacenar los cuerpos de las víctimas en su entonces domicilio en la localidad de Zama, en la prefectura de Kanagawa.
El juez que instruyó la causa, Naokuni Yano, dictaminó que ninguna de las víctimas dio su consentimiento y que Shiraishi es mentalmente capaz para asumir su responsabilidad, de acuerdo a los resultados de cinco meses de pruebas psiquiátricas previas al juicio.