Estambul, Turquía.– La reciente detención del alcalde de Estambul, Ekrem İmamoğlu, ha desatado una ola de protestas en todo Turquía, convirtiéndose en las manifestaciones más significativas en el país en más de una década. Según la Asociación de Abogados de Turquía, más de 1,800 personas han sido arrestadas desde el inicio de las protestas, y al menos 18 personas fueron detenidas en las últimas horas.
Las movilizaciones comenzaron después de la detención y encarcelamiento de İmamoğlu, un líder opositor y considerado el principal rival del presidente Recep Tayyip Erdoğan en las últimas elecciones. Los manifestantes, en su mayoría jóvenes y algunos menores de edad, continúan saliendo a las calles desafiando las restricciones oficiales que prohíben las movilizaciones.
La situación ha escalado aún más, ya que las autoridades turcas también arrestaron al abogado de İmamoğlu y a varios periodistas, lo que ha elevado la represión contra quienes se oponen al gobierno actual. Esta serie de detenciones y la creciente presión sobre los opositores han provocado una de las mayores olas de protestas en el país desde las manifestaciones de 2013.
La Asociación de Abogados de Estambul ha condenado la violencia policial y ha destacado la detención de cientos de personas, algunos de los cuales enfrentan acusaciones relacionadas con su participación en las protestas. Las movilizaciones, que han sido vistas como un desafío al gobierno de Erdoğan, subrayan la creciente división política en el país.
Este episodio ha puesto a Turquía en el centro del debate internacional, ya que el país, miembro de la OTAN y actor clave en la geopolítica de Oriente Medio y Europa del Este, atraviesa un periodo de tensiones internas con repercusiones que podrían extenderse más allá de sus fronteras.



