En lo que va del año 2025, la República Dominicana ha sido escenario de un trágico aumento en los casos de feminicidios y violencia de género, con varias mujeres perdiendo la vida en circunstancias extremadamente violentas. Estos incidentes reflejan un patrón alarmante de agresiones que siguen poniendo en riesgo la seguridad y bienestar de las mujeres en el país.

Uno de los casos más recientes ocurrió el 21 de marzo, cuando María Issamal Villasmil Atencio, una mujer de nacionalidad venezolana, fue asesinada a tiros en el sector Las Charcas, municipio de Sabana Iglesia. 

Según la Policía Nacional, el atacante fue identificado como Elías Enmanuel Díaz, alias “Nono”, quien aún se encuentra prófugo. La víctima falleció mientras recibía asistencia médica debido a la gravedad de las heridas, mientras que su acompañante resultó herido. Este hecho evidencia el peligro al que se enfrentan muchas mujeres, incluso aquellas que no son residentes nacionales, pues la violencia no discrimina.

Otro caso impactante fue el de Noemi Esther, una joven estudiante de periodismo que fue arrollada por su expareja, dejando a una niña huérfana. Este suceso resalta las consecuencias devastadoras de las relaciones de pareja tóxicas, donde la violencia física y emocional tiene un impacto irreversible en la vida de los niños que quedan en medio del conflicto.

Asimismo, el caso de Mailyn Arianny Marte y su madre Marisela Rodríguez Marte, en La Vega, demuestra cómo la violencia no solo afecta a las mujeres, sino también a sus familias. En este caso, el principal sospechoso es el segundo teniente Juan Luis Jiménez, quien sigue prófugo. Los familiares de las víctimas han solicitado públicamente a las autoridades que actúen con rapidez para dar con el paradero del responsable y asegurar que pague por el crimen.

Estos casos reflejan una preocupante realidad en la que la violencia de género sigue siendo un problema estructural en República Dominicana, que exige medidas más efectivas para erradicar los feminicidios y la impunidad asociada a estos crímenes. Las autoridades deben tomar acciones urgentes para fortalecer la protección a las mujeres, garantizar justicia en cada uno de estos casos y sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de erradicar la violencia en todas sus formas.

El 2025 es, por ahora, un año que sigue arrojando números alarmantes en cuanto a la violencia de género en el país, con muertes y agresiones que dejan una huella irreparable en las víctimas y sus familias.