El norte de Texas amaneció bajo un manto blanco tras la primera tormenta invernal del año, que trajo consigo lluvia, nieve y temperaturas extremadamente bajas. Las nevadas afectaron la rutina diaria de miles de personas, con clases suspendidas y numerosas empresas cerrando temprano.

En Denton, las calles y edificios históricos quedaron cubiertos de nieve, creando paisajes que parecían sacados de una postal navideña. Sin embargo, las condiciones también generaron peligros significativos. Las carreteras, resbaladizas y con visibilidad limitada, obligaron a los conductores a extremar precauciones. “Vamos a vuelta de rueda para evitar accidentes”, señaló un automovilista.

Más de 1,000 vuelos fueron cancelados en los aeropuertos del norte de Texas debido a las malas condiciones climáticas. Mientras tanto, equipos de emergencia trabajaron sin descanso atendiendo llamados de auxilio, y las autoridades pidieron a los residentes mantenerse preparados con alimentos, agua y ropa de abrigo en caso de quedar atrapados en sus hogares.

El operador eléctrico ERCOT aseguró que no anticipa interrupciones en el servicio, aunque los residentes temen una repetición de los cortes masivos de años anteriores. En respuesta, el gobernador Greg Abbott ordenó la apertura de más de 350 centros de calentamiento para proteger a las poblaciones vulnerables.

La alerta de tormenta invernal afecta a 67 millones de personas desde el suroeste hasta la costa este del país y se mantendrá activa hasta mañana al mediodía. Las autoridades instan a la población a extremar precauciones mientras persistan las temperaturas congelantes y las condiciones peligrosas en las carreteras.