El pasado 25 de diciembre, un menor de 12 años con condiciones especiales fue víctima de un abominable acto de violación sexual en el sector Mamá Tingo, en San Francisco de Macorís. Según informes, el agresor engañó al niño prometiéndole una tablet para jugar, y al llegar a su hogar, cerró la puerta y abusó de él mientras consumía drogas.

Rebeca Henriquez, defensora de derechos humanos en la región, acompañó a la madre del menor al Hospital Regional San Vicente de Paúl y luego a la Fiscalía, donde se presentó la denuncia ante la fiscal Sandra Sierra. A pesar de que se había alertado previamente al Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI), no se habían tomado las medidas necesarias para proteger al menor.

Henriquez expresó su indignación ante los medios de comunicación, afirmando que “un violador no debe tener derechos que se respeten” y abogó por medidas más severas contra los agresores sexuales, incluyendo la castración química como una opción para prevenir futuros delitos.

La defensora hizo un llamado urgente a las autoridades competentes para que actúen con rapidez y eficacia en este caso, garantizando justicia para el menor y asegurando que situaciones como esta no queden impunes. Además, instó a la comunidad a mantenerse alerta y unir esfuerzos para proteger a los niños y adolescentes vulnerables.

La situación resalta la necesidad urgente de implementar políticas efectivas que protejan a los menores y brinden apoyo integral a las víctimas de abuso sexual.