José Laluz abordó las recientes declaraciones del pastor Ezequiel Molina, quien se presentó en el Estadio Olímpico de Santo Domingo durante el inicio del año, donde congregó a decenas de miles de cristianos evangélicos. Laluz, quien destacó la capacidad de convocatoria del evento, no tardó en expresar su desacuerdo con las palabras del líder religioso.

Molina, conocido por sus posturas radicales, hizo afirmaciones que Laluz calificó como “disparates”, en particular, una declaración sobre el rol de las mujeres en la sociedad. Según el pastor, “detrás de cada mujer exitosa en los negocios y en las empresas, lo más probable es que haya un hogar descuidado“. Esta afirmación fue rápidamente rechazada por Laluz, quien la calificó de “pensamiento medieval” y un claro acto de discriminación contra la mujer.

El comunicador señaló que, aunque Molina se presenta como un líder evangélico, sus comentarios reflejan una concepción retrógrada sobre el papel de la mujer, que debe ser limitado al ámbito doméstico. “Ese pensamiento está más atrás que la Edad Media“, subrayó Laluz, al tiempo que destacó la importancia del progreso social y económico de las mujeres en la actualidad, como lo demuestran las estadísticas que indican que las mujeres representan el 53% de la fuerza laboral en el país y lideran un aumento en las exportaciones.

Laluz instó a las autoridades, incluyendo el Congreso y el Ministerio de la Mujer, a responder y rechazar públicamente las palabras de Molina, ya que representan un discurso de odio y discriminación. Enfatizó que comentarios como esos no deben ser tolerados, ya que perpetúan la violencia y la desigualdad.

El comunicador también resaltó que las mujeres dominicanas han avanzado significativamente en la sociedad y que deben ser apoyadas en su desarrollo, no restringidas a roles limitados por creencias arcaicas. Según Laluz, la respuesta a este tipo de discurso debe ser firme, pues la lucha por la equidad de género sigue siendo una prioridad.

Con esta postura, José Laluz cerró su intervención pidiendo a la sociedad y a las mujeres de diversas comunidades cristianas evangélicas que se pronuncien en contra de tales declaraciones, para que no se siga sembrando odio y discriminación hacia las mujeres en la República Dominicana.