La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, advirtió este 1 de enero que, de llevarse a cabo las amenazas de deportaciones masivas de hondureños desde Estados Unidos, su gobierno podría reevaluar y ajustar las políticas de cooperación bilateral, especialmente en el ámbito militar. Según la mandataria, las bases militares estadounidenses han estado operando en territorio hondureño durante décadas sin que el gobierno de Washington haya contribuido económicamente al mantenimiento de estas instalaciones.
En su discurso de Año Nuevo, Castro expresó que las deportaciones masivas de hondureños afectaría negativamente la relación entre ambos países y la cooperación en seguridad. “Frente a una actitud hostil de expulsión masiva de nuestros hermanos, tendríamos que considerar un cambio en nuestras políticas de cooperación con Estados Unidos, especialmente en el campo militar”, declaró. Castro hizo hincapié en que las bases estadounidenses en Honduras operan sin costo alguno para Washington, lo cual podría ser reconsiderado si las deportaciones se concretan.
A pesar de esta advertencia, Xiomara Castro manifestó su deseo de mantener una relación positiva con Estados Unidos, destacando que su objetivo es continuar buscando el beneficio mutuo entre ambos países. También expresó su disposición de trabajar junto al presidente electo Donald Trump para mejorar las condiciones de ambos pueblos y fortalecer la colaboración en áreas como el comercio, la seguridad y la migración.
La presidenta subrayó la importancia de que las políticas migratorias se basen en el respeto a los derechos humanos y en el bienestar de los ciudadanos hondureños que residen en Estados Unidos.