Un estudio publicado en Nature Medicine este lunes alerta que cuatro de cada diez personas en EE. UU. podrían desarrollar demencia después de los 55 años, con un riesgo que podría alcanzar el 42% para las personas de 95 años. El análisis, basado en más de 15,000 personas monitorizadas durante dos décadas, revela que el riesgo de sufrir demencia aumenta progresivamente con la edad, desde un 4% entre los 55 y 75 años hasta un 20% a los 85 años.
Carmeza Quintero, quien cuidó a sus dos padres con demencia, describe esa etapa como una de las más difíciles de su vida. “Es muy dura, no solo por el cansancio físico, sino también por el desgaste emocional”, comenta, mientras teme que su propio futuro también esté marcado por esta enfermedad. “Me preocupa mucho, sobre todo por el hecho de que a veces olvido cosas, como le pasa a cualquiera, y ahora que sé esto, me asusta más.”
El estudio también muestra que las mujeres tienen un riesgo más alto que los hombres, con un 23% de probabilidades frente al 14% de los hombres de desarrollar algún tipo de demencia a lo largo de la vida. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), esta cifra podría aumentar significativamente en las próximas décadas.
Los expertos destacan que entre los 55 y 75 años el riesgo es menor, por lo que consideran crucial tomar medidas preventivas durante ese período. “Un estilo de vida saludable, una dieta balanceada, ejercicio físico y mental, y estar rodeado de seres queridos son fundamentales para reducir los riesgos de demencia”, afirma un médico especialista en demencia, quien no participó en el estudio pero subraya la importancia de la prevención.
Además, los especialistas aconsejan iniciar tratamientos lo antes posible en caso de diagnóstico, especialmente en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, donde la detección temprana puede marcar la diferencia. La clave, señalan, está en el chequeo constante de la salud cerebral, un aspecto vital para combatir el avance de la enfermedad.