La crisis haitiana y la política migratoria implementada por la República Dominicana continúan generando acalorados debates en el ámbito nacional e internacional. En este contexto, el expresidente Hipólito Mejía reiteró su respaldo a las deportaciones de haitianos en situación irregular, argumentando que se trata de una medida necesaria para preservar el orden y la soberanía nacional.
“Es la posición correcta, políticamente hablando, y también en términos de nacionalidad”, declaró Mejía. No obstante, reconoció que sectores clave de la economía dominicana, como la construcción, la agricultura y el turismo, dependen en gran medida de la mano de obra haitiana. “No se puede paralizar eso; son ellos los que trabajan en los campos, en las construcciones y en los hoteles. ¿Por qué no lo hacemos nosotros, los dominicanos?”, cuestionó.
En referencia a los incidentes de violencia protagonizados por haitianos en el hospital Darío Contreras, el exmandatario subrayó la necesidad de aplicar justicia, tanto para nacionales como para extranjeros: “A los que violenten, criollos o extranjeros, hay que aplicarles justicia sin lugar a dudas”.
Por su parte, el exministro de Relaciones Exteriores, Andrés Navarro, señaló la importancia de que el gobierno maneje la política migratoria con transparencia y enfoque en los intereses nacionales. “Debe haber un plan claro, sin manipulación, que garantice los derechos de todos y sea coherente con los intereses de la nación dominicana”, expresó Navarro.
Mientras tanto, diversos sectores abogan por una intervención integral de la comunidad internacional para abordar la ingobernabilidad y la crisis humanitaria en Haití, que continúa cobrando vidas y agravando la situación en la región.
La política migratoria de República Dominicana, incluida la reciente intensificación de las deportaciones, sigue siendo tema de discusión en foros nacionales e internacionales, con opiniones divididas sobre su impacto y eficacia a largo plazo.