En medio de un creciente conflicto en Ucrania, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha expresado su preocupación por la reciente movilización de miles de soldados norcoreanos en Rusia, listos para entrar en combate. Esta escalada de tensiones ocurre en un contexto donde Corea del Norte, bajo el respaldo de Moscú, ha llevado a cabo una prueba de uno de sus misiles más potentes, capaz de alcanzar el territorio estadounidense.
Zelenski criticó la falta de respuesta de Occidente ante este desarrollo alarmante y advirtió que la situación podría empeorar con el envío de más tropas norcoreanas. “La vida de los mejores de nosotros se ha desperdiciado en esta guerra prolongada. Necesitamos que las potencias occidentales actúen de manera decisiva”, afirmó en una entrevista con una televisión surcoreana.
Este giro en el conflicto refleja una serie de factores geopolíticos complejos, incluyendo la expansión de la OTAN hacia el este y el aparente respaldo de Putin al régimen norcoreano. Con la guerra en Ucrania estancada y las vidas en juego, muchos temen que un cambio en el liderazgo de Estados Unidos pueda afectar la dinámica del conflicto, especialmente con la posibilidad de un regreso de Trump al poder.
La comunidad internacional observa con preocupación cómo Corea del Norte busca consolidar su influencia bajo el ala de Rusia, mientras que el futuro de Ucrania pende de un hilo.