El domingo pasado, siete personas fueron asesinadas durante un violento ataque armado en la localidad de Samborondón, provincia de Guayas, en la costa ecuatoriana. Las autoridades informaron que el ataque se produjo en medio de una pelea de gallos clandestina, en una región azotada por disputas de poder entre bandas de narcotraficantes.

Según el mayor Dennis Cárdenas, jefe subrogante de la unidad policial Dinased, al menos ocho hombres armados irrumpieron en el evento, donde se encontraban alrededor de 200 personas, disparando indiscriminadamente y dejando un saldo de siete muertos y tres heridos. «Los atacantes llegaron en motocicletas, abrieron fuego y también robaron las pertenencias de los presentes», declaró Cárdenas a la prensa.

La policía, que sigue investigando los detalles del ataque, no ha confirmado si se trató de un ajuste de cuentas o un robo violento. «Nuestras unidades especializadas están trabajando para esclarecer los hechos y capturar a los responsables», señalaron las autoridades en la red social X.

El ataque ha conmocionado a la provincia de Guayas, una de las más afectadas por los enfrentamientos entre bandas criminales que disputan el control del narcotráfico en la región. El diario local Primicias informó que algunos cuerpos presentaban hasta 40 impactos de bala, lo que refleja la brutalidad del ataque.

Ecuador ha prohibido los espectáculos con muerte de animales, como las peleas de gallos, tras una consulta popular en 2011. Sin embargo, estas actividades continúan realizándose de forma clandestina, lo que las convierte en escenarios de violencia para grupos delictivos.

La provincia de Guayas, un importante centro agrícola, se ha convertido en un foco de violencia relacionada con el narcotráfico en los últimos años, sumergiendo a sus comunidades en el temor y la inseguridad. Las autoridades mantienen un operativo en curso para dar con los responsables del crimen y recuperar el orden en la región.