“Yo quiero respetar a la Cámara de Cuentas, pero lamentablemente no se han ganado ni mi respeto ni el del país”, declaró con firmeza. Señaló que, pese a que la institución tiene la responsabilidad de auditar y controlar las finanzas públicas, no ha cumplido con las funciones que la Constitución y las leyes le imponen.

Alaniz no se limitó a la crítica, también ofreció una solución: “Es necesaria una reingeniería total en la Cámara de Cuentas. Si no están cumpliendo con su trabajo, que den paso a alguien que sí lo haga.”

Además, sugirió que los recursos destinados a esta entidad podrían invertirse en áreas más urgentes, como la prevención del cáncer de mama, si no se corrige la ineficiencia actual. “Si la Cámara de Cuentas no está funcionando, usemos ese dinero en algo que sí traiga beneficios al país.”