La periodista Alicia Ortega ha puesto en el centro de la discusión la alarmante presencia de la llamada “cocaína rosa” en la República Dominicana, una droga que ha acaparado titulares a nivel mundial desde principios de año. Esta sustancia, cuyo consumo está ligado a graves efectos sobre la salud, ha suscitado preocupaciones adicionales tras la reciente muerte del exintegrante de One Direction, Liam Payne, en un hotel en Argentina, donde se encontraron múltiples drogas en su sistema, incluyendo la cocaína rosa.

Conocida también como “tusi,” esta droga ha sido descrita como un cóctel que combina metilendioximetanfetamina (MDMA) y quetamina, lo que puede provocar riesgos significativos como hipertermia, deshidratación, y alteraciones psicológicas. En el informe, Ortega destaca testimonios desgarradores de personas en rehabilitación, quienes relatan sus experiencias con la adicción y las circunstancias que los llevaron a consumir estas sustancias.

Rosa Valdemar, madre de dos hijos en el mundo de las drogas, comparte su angustia: “Cada recaída es como si mi vida también se me fuera.” Otros testimonios revelan cómo la adicción a la cocaína rosa comenzó en la adolescencia, en un ambiente donde la violencia y la delincuencia estaban presentes, y cómo muchos caen en el consumo debido a la presión social y la curiosidad.

Luis Valdemar, un exadicto que ha estado en tratamiento durante más de un año, relata cómo la adicción le robó su vida: “La droga me hizo perderlo todo, incluso la relación con mis hijos.” Juan, otro testigo del informe, expresa cómo su vida se desmoronó tras el uso de la cocaína rosa, que comenzó como una experiencia social y terminó en una espiral de autodestrucción.

El Consejo Nacional de Drogas de la República Dominicana ha alertado sobre la llegada de esta sustancia desde enero, subrayando la creciente crisis de adicciones que afecta a la población, especialmente a los jóvenes. Las autoridades han hecho un llamado a la prevención y al tratamiento, enfatizando la necesidad de más recursos para abordar este problema de salud pública.

Mientras la cocaína rosa continúa atrayendo a nuevos consumidores, el informe de Ortega cierra con un mensaje de esperanza: aunque muchos luchan por salir de la adicción, la concienciación y el apoyo familiar son cruciales para ayudar a quienes se encuentran atrapados en esta peligrosa red. La batalla contra las drogas es una lucha constante, y cada testimonio es un recordatorio de los estragos que puede causar el consumo de sustancias peligrosas.