Francisco Alberto Beltre Díaz ha alzado su voz en defensa de sus nueve hijos, a quienes la Oficialía Civil de Azua supuestamente les ha negado el reconocimiento de su nacionalidad dominicana. La situación ha generado una gran preocupación en la familia, ya que esto les impide acceder a educación, empleo y otros derechos fundamentales.
Beltre, quien es dominicano, asegura que su esposa es de ascendencia haitiana y que, a pesar de su nacionalidad, sus hijos enfrentan dificultades. “Son diez muchachos los que tengo, y no entiendo por qué se les niega el derecho a la nacionalidad. Solo pido que se les reconozca como dominicanos”, expresó Beltre con evidente frustración.
Tres de los hijos ya han alcanzado la mayoría de edad, pero no han podido obtener cédulas, lo que ha limitado su acceso a la educación y ha hecho que se les cierren puertas en el ámbito laboral. “Desde hace dos años he estado realizando diligencias con mis hermanos y mi papá para conseguir todos los documentos necesarios, pero no He podido avanzar”, explicó el afectado.
El drama familiar se agrava por una situación que ocurrió en 2012, cuando se detectó una supuesta suplantación de identidad de su esposa. Beltre argumenta que este incidente no debería afectar a sus hijos, ya que él es dominicano y, por ende, sus descendientes tienen derecho a obtener sus documentos. “Yo soy dominicano y, por vía mía, ellos merecen su documento,” insistió.
Además, el abuelo materno de los jóvenes, quien también ha participado activamente en esta lucha, presenta un argumento adicional: él posee cédula de identificación, siendo hijo de una dominicana y un haitiano. “No entiendo cómo a mi hija le están negando la nacionalidad, cuando yo tengo mis documentos en regla,” declaró el abuelo, resaltando la aparente contradicción en el trato de las autoridades.
La familia ha solicitado una revisión exhaustiva de su caso por parte de las autoridades competentes y un pronunciamiento que garantice el derecho a la nacionalidad de sus hijos. La situación continúa generando expectación en la comunidad de Azua y ha llamado la atención de diversas organizaciones que abogan por los derechos humanos y la igualdad de nacionalidad.