Este sábado, un devastador bombardeo del Ejército israelí sobre una escuela en Ciudad de Gaza, en el norte de la Franja, ha resultado en la muerte de más de 100 personas y ha dejado a decenas de heridos. La escuela, que se había convertido en refugio para desplazados por la guerra, fue atacada durante la oración del amanecer. Israel ha defendido su acción, alegando que el objetivo era un centro de mando de militantes de Hamás que se escondían en las instalaciones.
El Ministerio de Salud de Gaza ha actualizado el balance de víctimas mortales en la ofensiva israelí, que comenzó el 7 de octubre en respuesta a los atentados de Hamás, con más de 39,790 muertos y 91,702 heridos, en su mayoría civiles.
El gobierno de Hamás ha denunciado el ataque como un “crimen de genocidio y limpieza étnica”, responsabilizando a Israel y a Estados Unidos por la masacre. Los equipos médicos y de socorro aún no han podido recuperar todos los cuerpos debido a la magnitud de la tragedia.
En reacción al ataque, el Ministerio de Exteriores de Egipto ha condenado el bombardeo como un “asesinato deliberado” y un ejemplo de la falta de “voluntad política israelí” para alcanzar un acuerdo de paz. Egipto, junto con Qatar y Estados Unidos, ha convocado una reunión de alto nivel para el 15 de agosto en Doha, destinada a lograr un alto el fuego. Mientras tanto, Irán ha expresado su intención de “castigar duramente” a Israel por el reciente asesinato de un líder de Hamás en Teherán.