En un conmovedor comentario durante su programa de radio, “Sol de la Mañana”, el comunicador Julio Martínez Pozo manifestó su indignación y tristeza por el reciente caso de abuso sexual que terminó con la vida de una niña de solo cinco años en Santo Domingo Norte. Martínez Pozo no escatimó en palabras al referirse a la gravedad del caso y a las deficiencias del sistema judicial en el país.

“Cuando usted examina lo que dice la medida de coerción, usted se lamenta de que no exista la pena de muerte”, afirmó el comunicador, reflejando la desesperación que siente ante la ausencia de medidas más severas para castigar crímenes de tal naturaleza.

El caso ha captado la atención nacional, y Martínez Pozo enfatizó que el escándalo mediático no equivale a un expediente judicial sólido. Señaló que hay pruebas contundentes que demuestran la conducta depravada de la persona acusada, quien era una pariente cercana de la niña. “No hay duda de que existió un abuso extremo que trastornó la vida de esa niña”, afirmó.

El comentarista también destacó la importancia de que este caso no quede impune, ya que considera que es un crimen que debe ser tratado con la seriedad que merece. “Ojalá que ese caso no quede impune, porque es un crimen que se le suma ahora la gravante de lo que ocurrió después de tanto sufrimiento”, subrayó.

La idea de reintroducir la pena de muerte en el sistema penal dominicano ha sido un tema controversial en diversas ocasiones, y este caso ha reavivado el debate. Muchos ciudadanos comparten la opinión de Martínez Pozo, quienes creen que existen casos tan atroces que demandan castigos extremos.

La preocupación por la seguridad de los más vulnerables en la sociedad se ha intensificado, y este caso ha llevado a muchos a exigir reformas sustanciales en cómo se manejan los delitos contra menores. La voz de figuras como Julio Martínez Pozo es un claro reflejo de la ansiedad y el clamor de la sociedad por una justicia efectiva y contundente.

Este lamentable evento nos recuerda la urgentísima necesidad de avanzar en el fortalecimiento del sistema judicial y garantizar la protección de los derechos de los niños en República Dominicana. La historia de esta niña, que fue víctima de una conducta tan abominable, no debería ser un relato más en la crónica de la impunidad.