La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Chetle, ha presentado su renuncia tras admitir el fracaso de la agencia en la protección del exmandatario Donald Trump durante un reciente intento de asesinato. En una audiencia de supervisión ante la Cámara de Representantes, Chetle calificó el incidente como el “fallo operativo más significativo de la agencia en décadas”.

El atentado, que ocurrió el fin de semana pasado, ha desencadenado una serie de cuestionamientos sobre la eficacia del Servicio Secreto en la protección de figuras de alto perfil.

Además, se reveló que el Servicio Secreto había rechazado repetidamente las solicitudes de refuerzo y recursos de seguridad hechas por los agentes encargados de custodiar a Trump antes del ataque.

Esta falta de apoyo ha sido citada como una de las razones clave detrás de la brecha de seguridad que permitió el atentado. La renuncia de Chetle se produce en un contexto de creciente presión para reformar y mejorar las prácticas de seguridad de la agencia.