Al presentar este martes su informe de gestión 2020-2024, la procuradora general de la República, Miriam Germán Brito, citó una frase de la famosa canción “La Vida es una Milonga” de Pedro Laurenz: “El valor que pedí me fue concedido, el coraje me llegó cuando era debido. Ni gané ni perdí, solo me retiro tranquila”. Esta reflexión marcó el tono de su discurso, en el cual Germán Brito hizo un balance de su gestión al frente del Ministerio Público y reveló los desafíos y conflictos internos que enfrentó debido a sus principios.

Durante su intervención, Germán Brito destacó que su tiempo como procuradora general estuvo marcado por serias diferencias con sus colegas en numerosas ocasiones, logrando consensos en algunas situaciones, pero sin llegar a acuerdos en otras. “Mi visión sobre cómo conducir la PGR no es compartida por muchos, y eso es aceptable. Sin embargo, no podía ceder ante la presión de sectores que ven la justicia como un juego de intereses individuales. Mis principios se imponen ante todo”, afirmó.

En su informe, Germán Brito subrayó el manejo justo del presupuesto asignado al Ministerio Público y reconoció que uno de sus mayores desafíos fue imponer una cultura de transparencia en cada integrante del órgano persecutor. “Aspiramos a que el Ministerio Público continúe fortaleciéndose, abordando desafíos pendientes como la pensión para nuestros fiscales”, expresó.

La procuradora general destacó como uno de sus grandes legados las más de 23 operaciones contra el crimen organizado y la corrupción, sin importar el estatus político y económico de los imputados. “Desde el inicio de mi gestión hemos enfrentado cuestionamientos sobre la legitimidad e independencia de la institución. Hemos trabajado arduamente para fortalecer la confianza pública y demostrar que el Ministerio Público es un órgano independiente y que actúa de acuerdo a la ley”, subrayó.

Germán Brito también se refirió a los ataques y amenazas que ha recibido como consecuencia de su rol. “Estos han sido cuatro años que no han sido fáciles, con disimulados ataques, descalificaciones internas y en lo externo feroces e irracionales ataques donde está ausente cualquier huella de equilibrio y hasta de honestidad”, relató.

En su emotiva despedida, entre aplausos y lágrimas, la procuradora reconoció que sobre el sistema penitenciario aún quedan muchas cosas por hacer. Exhortó a su futuro sustituto a mantener la independencia del Ministerio Público y la confianza de la población. “La constante lucha contra el delito debe continuar”, concluyó.