A solo once días de la esperada ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de 2024, la llama olímpica comenzó su recorrido por París, llevando consigo la emoción y el espíritu del evento deportivo más importante del mundo.

El lunes, la antorcha, que llegó a la ciudad el día anterior, dejó atrás la Puerta de la Chapelle, donde se encuentra el Arena, el único pabellón construido desde cero para estos Juegos. Desde allí, el recorrido se extendió por los diversos barrios de la capital francesa, pasando por distritos lujosos y populares, y destacando algunos de los lugares más emblemáticos de París.

El recorrido inició en el histórico barrio de Montmartre, donde la llama fue recibida con entusiasmo por las bailarinas del Moulin Rouge, que ofrecieron una vibrante representación de su famoso ‘French Cancan’. La antorcha continuó su trayecto hasta el majestuoso Arco del Triunfo, donde se realizó un emotivo relevo ante la tumba del Soldado Desconocido, antes de recorrer los icónicos Campos Elíseos.

Uno de los momentos más conmovedores del día ocurrió en el antiguo Velódromo de Invierno, ahora una plaza conmemorativa, donde el superviviente del Holocausto Leon Lewkowicz, de 94 años, portó la llama. Este lugar es conocido por la trágica redada de julio de 1942, en la que más de 13.000 judíos fueron detenidos por la policía francesa y deportados. La presencia de Lewkowicz destacó el significado histórico y simbólico de la llama en el contexto de la memoria y la reconciliación.

La llama también hizo apariciones notables en el estadio de Roland Garros, durante el telediario de la cadena France 2, y en el metro aéreo que cruza sobre el río Sena, mostrando la antorcha en un recorrido panorámico sobre la ciudad.

A medida que la antorcha continuaba su viaje, los parisinos se congregaron a lo largo de las calles para animar a los portadores y celebrar el inicio de los Juegos Olímpicos. El trayecto concluyó en el Instituto Nacional del Deporte, la Educación Física y la Performance (Insep), ubicado en el bosque de Vincennes, donde jóvenes deportistas y entusiastas del deporte se unieron en una vibrante celebración.

Con solo once días restantes para la ceremonia inaugural, el recorrido de la llama olímpica por París ha sido una oportunidad para que los habitantes de la ciudad y los visitantes compartan la anticipación y el orgullo de ser sede de los Juegos Olímpicos. La llama continúa su viaje, llevando consigo el mensaje de unidad y esperanza que caracteriza a los Juegos Olímpicos.