La noche del sábado fue testigo de un dramático episodio en la Penitenciaría Nacional de Puerto Príncipe, la mayor prisión de Haití, cuando bandas armadas tomaron el control de las instalaciones, permitiendo la fuga de un número aún indeterminado de reclusos. La embajada de Francia en Haití confirmó la situación, destacando el nivel de violencia que se desató en los alrededores de la cárcel, con intensos intercambios de disparos entre la Policía y los asaltantes.
Las redes sociales sirvieron como plataforma para anunciar el ataque, que fue planeado por las bandas con anterioridad. La toma de la prisión se llevó a cabo por miembros de pandillas fuertemente armadas, luego de horas de preparación y ataques coordinados.
La Penitenciaría Nacional alberga a cientos de presos en condiciones deplorables, incluidos los ciudadanos colombianos implicados en el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse en julio de 2021, así como líderes de bandas a la espera de juicio.
Tras este suceso, las preocupaciones se centran en la posibilidad de que el Palacio Nacional sea el próximo objetivo de los grupos armados. Estos grupos han expresado su firme intención de derrocar al gobierno del primer ministro de Haití, Ariel Henry.
Hasta el momento, las autoridades haitianas no han emitido comunicados oficiales sobre la situación, que también ha involucrado ataques a otras instituciones públicas durante la noche. Se especula que estos actos de violencia buscan fortalecer a los grupos antes de la llegada de una misión multinacional de apoyo a la seguridad liderada por Kenia. La incertidumbre y el temor prevalecen en Haití mientras la situación continúa desarrollándose.