La ansiedad y la incertidumbre se apoderan de las afueras del Hospital Juan Pablo Pina en San Cristóbal, donde un grupo de personas busca con desesperación cualquier indicio sobre el paradero y el estado de sus seres queridos que se encontraban en la zona afectada por la explosión ocurrida la tarde del pasado lunes.
“Nos impiden entrar para averiguar si está bien o si no está bien, o incluso para saber dónde empezar a buscar (…) Mariel Rosario, ella trabajaba en la fábrica”, expresó uno de los individuos que se encuentra esperando en la entrada del centro médico.
El origen de la explosión que tuvo lugar después de las siete de la tarde aún permanece desconocido, mientras los bomberos luchan incansablemente para contener las llamas y minimizar los daños.
Según los informes proporcionados por los equipos de respuesta ante emergencias, el número de personas heridas se estima en alrededor de 27 hasta el momento, a medida que el trágico incidente sigue desarrollándose.
La devastación es evidente en todo el entorno de la zona afectada, con establecimientos cuyos cristales han quedado destrozados y un panorama de desolación que refleja la magnitud de la explosión.