Omar y César López, acribillados por agentes policiales en un enfrentamiento a balazos en Pedro Brand, volverán a la tierra que los vio nacer. Esta vez, no saldrán más. Luego del tiroteo, sus cuerpos fueron trasladados al Instituto de Ciencias Forenses del Hospital Marcelino Pérez de Santana, donde se les practicó la autopsia. Sus padres, aunque evasivos, estuvieron presentes y pendientes del examen forense. Sin lágrimas, pero con evidente tristeza, hablaron únicamente con los médicos y el personal encargado de la experticia.
Pero, ¿quiénes eran los hermanos López-Méndez? La policía los acusaba de la comisión de varios delitos, incluyendo la muerte de un oficial policial y otro del Ejército Nacional, clasificándolos como jóvenes muy peligrosos. Sin embargo, en su comunidad y entre sus familiares, hay quienes defienden la inocencia de los jóvenes y cuestionan las acusaciones en su contra.
Omar y César eran hijos de la psicóloga Cecilia María Méndez, de 41 años, quien trabajaba en una escuela pública de Estancia Nueva, Moca, y del agricultor Oscar López, de 51 años. La familia es conocida por su trabajo incansable y por los valores que han inculcado en sus hijos. El abuelo de los jóvenes, Oscar López, fue diácono de la iglesia durante muchos años, lo que refuerza la percepción de una familia honesta y de bien en la comunidad.
La consternación es palpable en Moca, donde muchos creen que la policía atribuía delitos a los hermanos que ellos no cometieron. “Muchas cosas que realmente no tenían ellos la culpa, todos se lo querían pagar a ellos”, comenta un residente local. Incluso, se supo que los padres de los jóvenes intentaron mediar para que se entregarán a la justicia. “Quisimos que fuera de otra forma, pero la decisión era de ellos. Hicimos todo lo posible, pero no se pudo”, declaró un pariente cercano.
Hasta el momento, los padres de Omar y César no han querido hablar públicamente sobre el hecho de sangre. La comunidad sigue en shock, cuestionando la versión oficial y lamentando la trágica pérdida de dos jóvenes que, según ellos, fueron víctimas de una serie de circunstancias desafortunadas.